Innovar exige la reflexión del autor-diseñador de algunos elementos previos

Antes de emprender la aventura de innovar las actividades de aprendizaje debemos preguntarnos si efectivamente se necesita promover un cambio en las actividades que tenemos propuestas para el aprendizaje del estudiante y asimismo valorar que valor o ganancial obtendremos con la innovación que pretendemos llevar a cabo.

En mis más de 14 años en el mundo del e-learning donde he podido ver y ser parte de muchas innovaciones ya sea invitada o generadas por mi, sobre todo en formación de profesora universitario he podido ver que no siempre los que estamos ante el objetivo de proponer un cambio de como se están desarrollando las actuaciones en el aula virtual tenemos claridad que hay que planificar: es decir una toma de decisiones con fundamento. Esto es urgente pero además esencial en todo proceso que realmente busca optimizar aquello que se esta llevando a cabo en la actualidad

¿por qué?

Porque normalmente las actividades de aprendizaje si se han diseñado bien y se han trabajado como era de esperar logran los objetivos esperados. Pero todos asumiremos que ello no siempre es así. A veces uno como profesor/a diseñamos y los estudiantes lo realizan bajo su interpretación y sin seguir las propuestas de tiempos de reflexión y de productividad esperados. Y se vuelcan a desarrollar la actividad de aprendizaje y productividad en sus tiempos cuando a veces es necesario hacerlo antes para sacarle todo el provecho que se pensó cuando se diseñó. 

¿Merece la pena cambiarla? 

NO, si merece la pena hacer una reflexión compartida sobre los compromisos en el aprendizaje.

Ahora bien hemos trabajado bien y el estudiante ha puesto lo mejor de sí pero no logro el aprendizaje deseado ¿que hacemos? 

Aquí sí cabe pensar en innovar las actividades y también los recursos que les proponemos de forma de aumentar su motivación al aprendizaje y generar un clima de trabajo comprometido a la alza. No es sencillo pero si estamos dispuestos a avanzar es necesario hacer una planificación rigurosa de todo el proceso y si nos es posible darlo a conocer a otros expertos en el contenido de la actividad o material diseñado.

Todo ello supone tener en cuenta algunos aspectos como:

- Los enfoques pedagógicos que son vigentes en la actualidad

- El modelo educativo y de aprendizaje que se propone en la institución

- Las capacidades de entrada que tienen los estudiantes

- El o los modelos de diseño instruccional que se van a privilegiar.

- Los tiempos y, la naturaleza de la actividad (solo aprendizaje o incluyendo evaluación sumativa)

¿Pero nuestros estudiantes aprenden todos de la misma forma y al mismo ritmo?

No, hay diversos estilos cognitivos por tanto de procesamiento de la información y adquisición del conocimiento lo que supone tener esto presente a la hora de innovar. 

Podemos verlo más nítido en la siguiente figura:

                           Imagen tomada de http://consedtic.blogspot.com.es/

Carlos espero lo aquí aportado te sea de utilidad para tu blog.

Un cordial saludo,

Profesora Mercedes Ahumada Torres

Barcelona, 13 de agosto de 2014 (18:08